Cientos de chicos con sus familias disfrutaron de una tarde de campo en el predio de Villa Adelina. Con entrada libre y gratuita, alimentaron a los animales de granja, elaboraron pan casero y participaron de los talleres de huerta orgánica.
Como todos los años, el Día del Niño es una excelente excusa para “mimar” a los más pequeños y regalarles una jornada de paseos y actividades en la que ellos son los protagonistas. La Chacra Educativa San Isidro Labrador -ubicada en Villa Adelina- fue uno de los lugares más elegidos para aquellos que eligieron estar en contacto con la naturaleza. Los chicos tuvieron la posibilidad de estar bien cerca de los animales de campo, amasar pan o participar de los talleres de huerta orgánica y reciclado.
“Estamos muy felices por la convocatoria. Con entrada libre y gratuita, buscamos agasajar a los niños y fomentar estas actividades al aire libre. Se divirtieron y aprendieron sobre los procesos de cultivo, la crianza de animales y la elaboración de alimentos”, expresó Mabel Leva, directora de Educación Ambiental del Municipio de San Isidro.
Durante la tarde, grandes y chicos recorrieron los distintos corrales con más de 120 animales y estanques de agua donde conviven tortugas, patos y flamencos. También, realizaron trabajos en la huerta orgánica y participaron de una amasada en grupo. Una actividad en la que cada uno hizo su preparación para pan, después se horneó y finalmente se compartió en familia.
La Chacra San Isidro Labrador es el primer centro educativo ecológico y rural de la Región Metropolitana Norte, con un espacio único que recrea el ámbito rural donde se pueden apreciar los distintos procesos de cultivos y crianza de animales.
Mientras observaba a las ovejas, Nélida Giménez de Beccar, comentó: “Mis hijos pudieron disfrutar de un día muy especial con la naturaleza, fue una idea maravillosa, teniendo en cuenta que los niños pasan muchas horas por día con los videos juegos o en la PC”.
Tras alimentar a las cabras, Juan Hernández de Victoria, sostuvo: “Quiero felicitar al Municipio de San Isidro por cuidar y mantener este maravilloso lugar. Mis nietos aprendieron muchísimo sobre los animales, el cuidado del ambiente y la importancia de comer sano”.
Al lado su mamá, Mateo de 10 años contó que se divirtió mucho y que le gustaron los caballos.
“Este predio es hermoso, deberían haber más lugares así para que los chicos puedan crecer en otro ambiente, mucho más en contacto con la naturaleza. Gracias al municipio, mis hijos pasaron un Día del Niño inolvidable”, completó Érica Del Valle, vecina de Boulogne.
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