
La propuesta consiste en organizar diversos juegos y actividades para que los chicos se diviertan en el recreo de manera organizada y sin incidentes.
Los resultados son auspiciosos, por lo que se busca replicar la iniciativa en otros colegios de gestión pública y privada. En el último mes, cuentan las autoridades de la institución, no hubo que realizar ningún llamado al servicio de emergencias médicas por accidentes de los alumnos, algo que sí ocurría antes de implementar el programa.
“Logramos suprimir el riesgo de violencia, el riesgo de accidentes y mejorar las reglas de convivencia. Buscaremos replicarla en otros establecimientos”, afirmó el intendente de San Isidro, Gustavo Posse.
Pistas de autitos, Ta-Te-Tis, rayuelas, rincones de arte y disfraces, videos de dibujos animados y juegos con sogas, son algunas de las estaciones de juego en la que se divierten los 360 alumnos de entre seis y doce años.

“Me gusta mucho dibujar y escribir”, comentó Demian Dorrego, de siete años, después de pintar, junto a sus amigos, en el rincón de arte.
Mientras jugaba al ajedrez, Mariano Gómez, de seis años, contó entusiasmado: “Ya vi películas, jugué al ta-te-tí y también a los autitos. Hice de todo y es muy divertido”.
“Me disfracé y ahora estoy jugando a los pistoleros”, enfatizó Ezequiel Guzmán, de ocho años, que luego salió corriendo sonriente para continuar la diversión con sus compañeros.
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