Recordaron a César Silvera

El Concejo Deliberante de San Isidro, el lugar donde a través de los concejales están representados los vecinos sanisidrenses, fue el ámbito ideal para recordar a un conocido vecino como fue César Silveyra, integrante de una familia con muchos años en el partido, referente del San Isidro Club e impulsor de acciones solidarias.
El encuentro consistió en un homenaje con la presentación de un libro que confeccionaron familiares y amigos de Silveyra con algunos de sus escritos.
Los que lo conocieron los definen como un soñador, amante del río, agudo observador, dotado de un sentido del humor y una sensibilidad extraordinarios.
Fue un ser libre que, a la vez que compartía la pasión por el rugby y cultivaba la amistad como un sentimiento imprescindible, atendía su vocación de artista con un gran disfrute y ejercía su espíritu solidario y generoso con naturalidad, intrepidez y modestia.
Su repentina muerte a los 60 años el año pasado, motivó a su familiares y amigos a confeccionar un libro con sus escritos al que titularon César y que es un canto a la vida.
Cada uno de los que participó en la confección del libro leyó un fragmento
“Nos pareció muy acertado presentar el libro de César Silveyra en el Concejo Deliberante. Fue un auténtico vecino de San Isidro, amante de su ciudad, con fuertes valores y principios”, señaló el vicepresidente del legislativo sanisidrense, Andrés Rolón, amigo de Silveyra y compañero del San Isidro Club.
“César fue al jardín de infantes Dominguito, hizo la primera en el Labardén y la secundaria en el Colegio Nacional. Vivía a dos cuadras del Mástil y jugaba al rugby en el SIC. Fue un apasionado de San Isidro. También sentía pasión por la escritura e iba a un taller literario en la Biblioteca de Martínez. Armar este libro con sus escritos fue meternos un poco en su vida y recordarlo como un gran luchador por la vida hasta el último momento”, expresó su esposa Celina Mieres quien tuvo con César siete hijos.
Tuvieron palabras de elogio para César otros integrantes del equipo que confeccionó el libro como Ester Silveyra, Carmen Olaechea, Paula Levallois, Félix Cirio y Jorge Wilson.
El encuentro finalizó con canciones dedicas a Silveyra por parte de su hijo, también llamado César.
Fue el recuerdo de una persona que se notó que buscaba siempre el sentido esencial de las cosas.