
“Se hizo un trabajo muy serio y coordinado entre los organizadores, los gobiernos nacional, provincial y el municipal, cada uno en su rol, para que todo salga perfecto. Los controles funcionaron, los servicios de transporte intensificaron y ampliaron sus servicios. Se realizó un festival multitudinario en paz para toda la familia, sin ningún tipo de inconvenientes”, afirmó el intendente Gustavo Posse.
Y destacó: “Perry Farrell (creador del festival) garantizó la continuidad de Lollapalooza en San Isidro durante los próximos dos años. Este gran espectáculo nos sigue situando en el mundo”.


El municipio además dispuso de líneas telefónicas para denuncias, casi un centenar de efectivos para ordenar el tránsito, grúas, móviles, 300 personas divididas por cuadrillas del área de Espacio Público y 400 contenedores de residuos adicionales.

Durante el evento, el municipio de San Isidro armó un stand que contó con 120 cargadores gratuitos de celulares, área de WIFI y gradas de madera con cómodos almohadones para descansar. Además, el espacio tuvo su lugar para los más pequeños, con un tobogán y un batitubo con cascos, guantes y arneses provistos por la comuna.
Luego de sacarse selfies con sus amigas, Lara Belengui de Capital Federal, comentó: “Gracias al stand del municipio pude cargar la batería de mi celular y sentarme en los almohadones para disfrutar cómodamente de los recitales”. Junto a su papá, Mateo Miranda de 6 años, contó que se divirtió muchísimo al tirarse del tobogán.

Dentro de la escena local, estuvieron presentes el mítico León Gieco y Lisandro Aristimuño, entre otros. A su vez, tuvieron lugar muchas bandas sub-30, entre ellas “Bandalos Chinos”, de Beccar.
El periodista, especializado en el ámbito musical, Carlos “Bebe” Contepomi, sostuvo: “Es un orgullo que podamos tener a Lollapalooza en San Isidro. La gran repercusión nos ubica en el centro del mundo. Acá se viene desde muy temprano, se disfruta de un lugar increíble y se escucha la mejor música en forma tranquila y segura”.
Los más chicos tuvieron la propuesta KidzaPalooza, que ofreció un escenario con shows y música en vivo. Además, hubo talleres y actividades lúdicas orientadas a desarrollar el potencial creativo de la música, el baile y el canto.

A punto de ver a Durán Durán, Gisele Fernández que se vino desde Bahía Blanca, expresó: “No puedo creer que estoy acá; es impresionante el evento y el lugar. Se nota el trabajo en la seguridad del municipio”.
Mientras esperaba ansioso el show de Metallica, Marcelo Casas, oriundo de Córdoba, manifestó: “Me encanta ir a festivales, pero jamás vi algo así. Es muy buena la organización y el clima familiar que se vive”.
Al lado de su marido, Guadalupe Suárez de San Isidro, comentó: “Es un privilegio tener al Lollapalooza tan cerca de nuestras casas. Vinimos en familia, hay mucha seguridad”.
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