
Esta formación no solo les permite a los jóvenes desarrollar sus aptitudes musicales sino que también les inculca la importancia de la disciplina y los valores de la solidaridad y el compañerismo. Ser parte de un grupo les enseña a asimilar que no están solos, que forman parte de un conjunto de voces y que todas aportan su brillo por igual. Con solo la ausencia de una, la armonía se rompe.
“Es una alegría hoy estar presentándonos con el coro ante un nuevo público. Desde hace tres año trabajamos en este proyecto desde donde trabajamos la fonética, la lectura musical y fundamentalmente la integración. La clave para formar la agrupación fue formarlos a través del juego porque ante todo, son niños por lo tanto, hay que ser flexible y estar atentos a lo que ellos reciben”, explicó Da Vinci.
Luego de la presentación, contentos y orgullosos, el coro se despidió del público prometiendo próximas actuaciones.
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