
“Es una felicidad enorme poder tener una nueva final aquí en San Isidro, la capital nacional del rugby. No hay duda de que esto es una fiesta en todo sentido. Más allá del resultado del partido, es muy emocionante el clima que se vive, donde todas las familias, sean del equipo que sean, comparten una tarde en paz con amigos”, expresó el intendente Gustavo Posse, segundos antes de premiar a los ganadores.
La Catedral del CASI recibió a dos equipos que no tuvieron problemas para colmar las tribunas y llenarlas de música y color. Dentro del campo, Hindú tomó las riendas del partido desde el comienzo, asumió rápidamente el protagonismo y se quedó con el título por décima vez.

“La cancha es increíble y estoy muy feliz de poder compartir esta final con toda mi familia”, comentó Florencia Trimi junto a su hijo.
Sin dejar de alentar, Joaquín Leda completó: “Ahora tengo una mezcla de sentimientos. Estoy muy nervioso por el partido pero con una alegría tremenda de disfrutar esto con mis hijas”.
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