El sistema se llama “Sube y Baja” y participan docentes, autoridades escolares y padres quienes ayudan a descender de los autos a los alumnos dándole agilidad al tránsito. La iniciativa ya funciona en varios establecimientos como Riverside, Labardén, Santa Inés y María Auxiliadora.
Son las 8 de la mañana y algo cambió en la puerta del Colegio Riverside: el caos de tránsito disminuyó notablemente en la cuadra de Güemes al 300, Acassuso. ¿Cómo? El Municipio de San Isidro implementó con éxito el sistema “Sube y Baja”, cuyo motor son los padres, el personal docente y autoridades del establecimiento que, a la hora de entrar al cole, ayudan a descender a los alumnos reduciendo notablemente el tiempo que los autos permanecen detenidos. Con excelentes resultados la misma acción también se replicó en otros colegios del distrito como Labardén, Santa Inés y María Auxiliadora.
Walter Pérez, secretario de Inspecciones, Registros Urbanos y Tránsito, explicó: “Era habitual que a la hora de entrada al colegio los padres se quedaran arriba del auto esperando que los hijos bajen, ocasionando que se estacione en doble fila y trastornos de tránsito en la cuadra”.
En respuesta a esa situación, el Municipio y algunos colegios pusieron en práctica el plan que logró optimizar el tiempo en que los autos estaban parados en la puerta de los colegios. Los docentes o padres, en función de cómo lo organice cada colegio, se ubican en la vereda y, a medida que los autos van llegando, abren las puertas de los vehículos para que los alumnos desciendan rápidamente e ingresen al colegio.
“Esto le dio mucha agilidad al tránsito. Todo lo que podamos hacer por la educación que fue tan golpeada por la pandemia es fundamental para el Municipio que luchó mucho para que las clases vuelvan a ser presenciales”, sumó Walter Pérez.
Para tener una idea del antes y después en la puerta de algunos colegios, por ejemplo, en Riverside todas las mañanas llegan unos 150 automóviles para dejar a los alumnos en la escuela. Antes del “Sube y Baja” era habitual escuchar en esa cuadra bocinazos y ver atascos en el tránsito. Ahora, la entrada es más ordenada y segura.
Esteban Aranda, director académico de Riverside, contó que todo comenzó con la idea de crear un sistema que facilite la vida de los padres y descomprima el tránsito en esas horas escolares.
“Le pedimos asistencia al Municipio y su equipo y nos propusieron coordinar un sistema en forma conjunta con agentes de tránsito. Los padres están muy contentos y agradecidos porque el plan funcionó y el tránsito se descomprimió. Esto mejoró la vida de la comunidad escolar y vecinos de la zona. Cambió radicalmente la organización de la entrada al colegio para bien”, opinó Aranda.
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